El invierno que se acerca presenta una ventana crítica para el cuidado del césped, incluso si el mantenimiento de otoño se ha retrasado. Si bien muchos jardineros intentan darle a su césped un atajo final antes de la primera helada fuerte, saltarse este paso y dejar que el césped crezca mucho durante el invierno puede generar problemas importantes en la primavera. Aquí encontrará una guía práctica para garantizar que su césped se mantenga saludable hasta que regrese el clima más cálido.
Los riesgos del pasto largo en invierno
Dejar el césped sin cortar o demasiado largo lo expone a varios riesgos. La enredadera se produce cuando el peso de la nieve comprime las aspas altas, lo que reduce el flujo de aire y crea un ambiente ideal para el moho de la nieve, una enfermedad fúngica que se manifiesta como manchas descoloridas a principios de la primavera. Más allá de las enfermedades, la hierba alta también atrae plagas no deseadas como topos, topillos y ratones, que excavan pistas dañinas debajo de la capa de nieve.
Cuándo cortar el césped (incluso al final de la temporada)
Los pastos de estación fría no entran en estado de inactividad total hasta que las temperaturas se mantienen consistentemente por debajo de los 40°F. Mientras el césped siga creciendo activamente, podrás cortarlo de forma segura. Aproveche los períodos más cálidos después de la primera helada para realizar un corte final.
Técnica y altura de corte óptimas
La altura ideal en invierno para los pastos de estación fría es de alrededor de 2,5 pulgadas. Si ya se ha retrasado al cortar el césped en otoño, intente realizar un corte final a esta altura. Si el césped es mucho más largo, evite cortarlo por etapas, eliminando no más de un tercio de la longitud de la cuchilla por corte.
Si bien estresar el césped con un solo corte agresivo es arriesgado, es preferible dejarlo demasiado crecido durante el invierno.
Asegúrese de que no queden grumos de recortes después de cortar el césped, ya que también pueden contribuir a la formación de enredos y enfermedades.
Consideraciones importantes para el corte al final de la temporada
- Corte el césped cuando esté descongelado y seco: Evite cortar el césped congelado o cubierto de nieve, que puede dañar las hojas y aumentar la susceptibilidad a enfermedades.
- Manejo de las hojas: Las hojas caídas, si bien son beneficiosas para el jardín en general, pueden bloquear la luz solar y promover el moho en el césped. Rastrillelos y retírelos mientras estén secos, o use una cortadora de césped rotativa para cortarlos y convertirlos en mantillo mediante varias pasadas.
- Fertilización de invierno (opcional): Solo se recomienda fertilizar en otoño si su césped ya no es saludable. Realice una prueba de suelo para determinar las deficiencias de nutrientes antes de aplicar fertilizante en climas más fríos (generalmente noviembre o diciembre en muchas regiones de EE. UU.).
Minimizar el tráfico peatonal en invierno
La hierba congelada es particularmente vulnerable a la compactación. Si bien evitar el césped por completo no es realista, reduzca el tráfico peatonal tanto como sea posible, especialmente cuando pueda ver claramente las huellas en la escarcha. La compactación daña la estructura del suelo y dificulta el crecimiento saludable en primavera.
En conclusión, si bien puede ser necesario un esfuerzo de último momento, preparar su césped adecuadamente para el invierno es una pequeña inversión que vale la pena y obtendrá un césped más saludable y vibrante cuando llegue la primavera. Un corte final, combinado con un buen manejo de las hojas y un tránsito peatonal limitado, puede evitar problemas comunes en el césped en invierno y prepararlo para el éxito.




























































