La industria de la construcción a menudo lucha con procesos complejos e inciertos que requieren coordinación entre muchas partes interesadas. La documentación incompleta o inexacta, la mala comunicación y las acciones descoordinadas con frecuencia resultan en costosas repeticiones del trabajo. El Sistema Last Planner®, una herramienta comprobada de gestión de producción, ofrece una solución al fomentar comportamientos eficientes y mejorar la entrega de proyectos. Este artículo explora tres razones clave por las que Last Planner® es valioso en la fase de diseño.
Simplificando la gestión del diseño
Last Planner® mejora la gestión del diseño al fomentar una comprensión más profunda entre los miembros del equipo. A través de discusiones colaborativas centradas en un tablero de trabajo visual (el “muro”), cada disciplina obtiene información sobre los roles, responsabilidades y acciones de los demás. Las notas Post-It® multicolores representan actividades, decisiones e hitos y muestran claramente el progreso y las dependencias. Esta transparencia permite que todos, incluidos los propietarios, vean cómo los cambios de alcance, las aprobaciones y otros factores afectan el cronograma.
Mejor comunicación y coordinación
La combinación de Last Planner® con Building Information Modeling (BIM) aumenta aún más la eficiencia. Las disciplinas utilizan notas Post-It® codificadas por colores que reflejan los colores del software BIM (como Revit), lo que garantiza la coherencia durante todo el diseño y la construcción. Las discusiones colaborativas alrededor del muro rápidamente sacan a la luz problemas que podrían retrasar la adquisición o la construcción, eliminando trabajo innecesario. Esta identificación proactiva de posibles obstáculos (a menudo llamada “entregar malas noticias temprano”) es fundamental.
Los estudios demuestran el impacto: un proyecto de la Agencia de Carreteras del Reino Unido que utilizó Last Planner® obtuvo una mejora del 34 % en la confiabilidad del compromiso, lo que aceleró el cronograma de diseño en un mes.
Reducir el retrabajo y mejorar los cronogramas
Last Planner® reduce los cronogramas al involucrar a quienes realizan el trabajo para que asuman compromisos confiables. Comprender el flujo de trabajo, las dependencias y los recursos necesarios ayuda a que los proyectos fluyan sin problemas. Esta claridad minimiza la repetición del trabajo al aclarar las transferencias entre diseñadores y contratistas en la pared, lo que garantiza que los defectos se corrijan antes de que aumenten.
El retrabajo es un importante generador de costos: los estudios muestran que puede representar entre el 2% y el 12% de los costos del proyecto. La investigación informal de Glenn Ballard reveló que el 50% del tiempo de diseño se dedica a retrabajos innecesarios. La investigación de Love encontró que el 50% del retrabajo proviene directamente de cambios de diseño, con costos indirectos potencialmente seis veces mayores que los gastos de rectificación.
Last Planner® aborda este desperdicio aclarando las transferencias y definiendo la responsabilidad a través de la transparencia visual de la pared. Como señalaron Hwang y Yang, “Una buena comunicación entre diseñadores y contratistas puede evitar que se repitan los trabajos”.
Desarrollado por Glenn Ballard y Greg Howell en 1992, Last Planner® se está convirtiendo en la herramienta de gestión de producción elegida por muchos propietarios, diseñadores y constructores. A pesar de los beneficios documentados en numerosos trabajos de investigación, aún no se ha convertido en el estándar de la industria, lo que plantea la pregunta de por qué.
El próximo artículo profundizará en los elementos centrales de una implementación efectiva de Last Planner®: programación de hitos, planificación de extracción, preparación del trabajo (visión anticipada de 6 semanas), planes de trabajo semanales y aprendizaje.
